El monopatín es una subcultura joven con una rica historia
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El monopatín es una subcultura joven con una rica historia

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El skateboarding como subcultura tiene más de medio siglo de historia. A lo largo de su existencia, el monopatín ha pasado por muchos cambios importantes: de ser una tabla de surf con ruedas, inventada para divertirse, a una industria multimillonaria con muchos aficionados. El deporte tiene sus propias tradiciones, sus propias corporaciones. Y las figuras de culto, en torno a las cuales giran las leyendas, inspiran a otros a alcanzar nuevas cotas.

El skateboarding surgió a finales de los años 40 y 50. Los surfistas californianos, tras conquistar las olas, inventaron y construyeron una tabla con ruedas para patinar por las zonas adyacentes a la playa. Durante todo este tiempo, el surf sobre una tabla era comparable a la diversión, hasta que en 1960, por iniciativa de los surfistas, comenzó la producción en masa de monopatines. La forma de la tabla era similar a la de una tabla de surf: forma horizontal plana, nariz estrecha y balancín y lados anchos en el centro. Las suspensiones eran estrechas y las ruedas anchas estaban hechas de hierro o materiales duros a base de cerámica.

Fue entonces cuando surgieron las primeras marcas de monopatín, las revistas temáticas (Skateboarder Magazine), así como empezaron a desarrollarse varios estilos de patinaje y se organizaron los primeros campeonatos. Sin embargo, el éxito del monopatín no tardó en descender. La gente no veía el potencial que tenía como deporte independiente y consideraba las tablas como un pasatiempo temporal. Con la disminución de la demanda del producto, muchas fábricas de monopatines dejaron de producirlos.

Los altibajos del skateboarding en los años 70
A principios de los años 70, el skateboarding continuó su desarrollo gracias a la revolucionaria invención de las ruedas de poliuretano por parte de Frank Nasworthy. Estas ruedas eran muy ligeras. Un monopatín con esas ruedas cogió velocidad rápidamente. Esto supuso el desarrollo y la producción de suspensiones especiales, y las tablas se modificaron ligeramente: se hicieron más anchas y largas, y aumentaron las curvas del talón.

Las marcas comenzaron a tener sus propios equipos de patinadores. El más famoso en su momento fue el Californian Zephyr (Z-Boys). Los adeptos a la cultura del monopatín aprovechaban todas las oportunidades para desarrollar sus habilidades con el monopatín.

En 1978, se produjo otro avance en la historia del monopatín cuando Alan Gelfand, miembro de Zephyr, inventó y realizó un truco de monopatín llamado «ollie»: golpeando el pie trasero en el balancín de la tabla y extendiendo el arco con el pie delantero hasta que la tabla quedara nivelada en el aire, produciendo un salto a poca distancia del suelo. «Ollie» se convirtió instantáneamente en un truco básico, del que surgieron muchas combinaciones más complejas.

El monopatín, como subcultura, empezó a cobrar impulso. Se construyeron campos de entrenamiento por todas partes y hubo una gran demanda entre los aficionados al monopatín. Sin embargo, la falta de formación adecuada en la organización del recinto provocó un gran número de lesiones a los visitantes. El miedo obligó a cerrar todos los terrenos recién abiertos. Y muchos monopatines fueron arrojados una vez más a un rincón lejano.

¿Qué truco inventó Rodney Mullen en los años 80?
El monopatín volvió a cambiar: la cubierta se hizo más ancha, la parte de la cola aumentó la curva. Se desarrollaron revistas temáticas y empezaron a circular vídeos con patinadores famosos como Tony Hawk, Steve Caballero y Lance Mountain. Entre ellos estaba Rodney Mullen, que llevó el truco del «ollie» a una superficie plana e inventó la mayoría de los «flips».

A finales de los 80, el skateboarding se había trasladado a las calles. Los pilotos preferían una variedad de obstáculos callejeros que dieran rienda suelta a la imaginación y la innovación.

Éxitos increíbles en los años 90
En 1991, Mark González mostró a las masas el verdadero patinaje callejero. Se ganó el corazón de millones de personas con sus magistrales acrobacias en monopatín sobre barandillas y bancos. Llevando el espíritu del patinaje urbano a cada rider, Mark González abrió nuevos caminos en la subcultura del monopatín.
A finales de los años 90, el skateboarding estaba en la gloria. La cultura fue el tema número 1 del cine. Las empresas de monopatín ganaban miles de millones y los icónicos riders vivían de ello.

El skateboarding de los años 2000 y cómo lo vemos hoy en día
A principios de la década de 2000, los éxitos del monopatín no hicieron más que reforzarse. Aparecieron competiciones con enormes fondos de premios: Street League, Maloof Money Cup, X Games. Sin embargo, el espíritu de libertad y el ambiente amistoso fueron sustituidos por la sed de beneficios y dinero fácil.
Marcas famosas como Nike, Adidas, Red Bull y otras también se han visto afectadas. Empiezan a luchar por los patinadores famosos para aumentar las ventas de los nuevos productos de skate.
Los vídeos de patinadores se extienden ahora a una velocidad increíble en Internet, y el espectador quiere algo más. Pero el nivel de las acrobacias también se ha multiplicado por diez. Ahora bien, para llegar a ser un patinador famoso, hay que tener una gran perseverancia y un verdadero espíritu de patinador.

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